Nuestro Servicio ha desarrollado muchas líneas de diagnóstico y tratamiento desde la inauguración y a lo largo de los 30 años del Hospital Garrahan. La expansión fue producto de un trabajo colectivo que supo sortear dificultades de muy diversa índole gracias a un eje de interés común del que nadie se apartó: brindar la mejor atención posible a nuestros pacientes.
El crecimiento ha sido continuo tanto en términos cuantitativos de demanda asistencial como en términos cualitativos de los desarrollos necesarios en virtud de los avances en la especialidad y de la generación de conocimientos propios. Esto no hubiera sido posible sin el acompañamiento de toda la comunidad hospitalaria.
Como es evidente, el crecimiento de los laboratorios del Servicio ha marchado a la par, desarrollando las tecnologías y las competencias para establecer diagnósticos precisos y complejos. La integración entre médicos y bioquímicos es un modelo ejemplar e imprescindible para la calidad de nuestro trabajo asistencial y académico.