La intoxicación por monóxido de carbono es evitable y desde el Garrahan se recomienda la ventilación adecuada de los ambientes, el control de los artefactos de calefacción y prestar atención a las demás medidas de prevención.
Ante la llegada de los días más fríos, la temporada de estufas y calefactores encendidos se vuelve cotidiana en muchos hogares de nuestro país. Y con esta necesidad de templar los ambientes también aparece una problemática de estación: la intoxicación por monóxido de carbono.
El monóxido de carbono se genera por la combustión incompleta de los aparatos de calefacción, mal funcionamiento de cocinas, calefones y termotanques, por caños de escape y grupos electrógenos, entre otros. Las consecuencias de inhalar este monóxido de carbono pueden ser graves y hasta llevar a la muerte, pero con medidas simples y accesibles puede ser evitada y controlada.
“Hay que recordar que este gas se dispersa fácilmente, no tiene olor, ni color y no irrita mucosas. Es considerado un gran simulador de enfermedades”, destacó Miguel Melgarejo, médico pediatra y toxicólogo a cargo del Consultorio de Intoxicaciones y Seguimiento del Garrahan.
Los grupos más vulnerables a la intoxicación son los niños y niñas, embarazadas, adultos mayores, fumadores, pacientes con enfermedades cardiovasculares y respiratorias y personas que habitan en zonas de gran altitud.
¿Qué síntomas produce?
Los síntomas varían, pueden aparecer por la exposición o la intoxicación, y pueden manifestarse como cuadros leves a moderados o graves, incluyen:
•Dolor de cabeza
•Náuseas, vómitos
•Mareos, visión borrosa
•Dolor de pecho, palpitaciones, arritmias
•Pérdida del conocimiento, convulsiones
•En el caso de los lactantes puede producir llanto continuo, irritabilidad, rechazo del alimento, y alteración de la conciencia
En caso de exposición a monóxido de carbono:
•Abrir puertas y ventanas.
•Salir al aire libre inmediatamente con el resto del grupo familiar y mascotas.
•Concurrir al centro de urgencias más cercano.
¿Cuáles son las medidas de prevención?
•Mantener los ambientes bien ventilados.
•No usar horno ni hornallas como calefacción.
•Comprobar que la llama de las estufas y hornallas sea de color azul.
•Evitar dormir con braseros encendidos.
•No obstruir las ventilaciones de chimeneas o conductos de evacuación de calefones.
•Controlar artefactos periódicamente y su correcto funcionamiento por gasista matriculado.
•Los grupos electrógenos deben estar siempre al aire libre.
Se informa a la comunidad hospitalaria que en el mes de mayo se realizó en el Hospital la apertura del consultorio de INTOXICACIONES Y SEGUIMIENTO en el sector de Bajo Riesgo. Funciona los lunes y jueves, a cargo del Dr. Miguel Melgarejo, médico pediatra y toxicólogo.