La hipertensión arterial (HTA) es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y uno de los más importantes de enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, renal, entre otras. En la Semana de la Sensibilización de la Sal, que se realiza de 4 al 10 de marzo, el Área de Alimentación del Hospital Garrahan recuerda la importancia de modificar ciertos hábitos alimentarios de la población: las personas en Argentina consumen, en promedio, 12 gramos de sal diarios, cuando lo recomendado son apenas 5 gramos.
“El beneficio de reducir el consumo de sal es para todos, incluidos los niños y niñas”, destacan desde el Área de Alimentación y aseguran: “Es necesario preguntarse dónde se encuentra presente la sal, conocer que se encuentra presente naturalmente en casi todos los alimentos y que esta cantidad es suficiente para cubrir nuestras necesidades nutricionales”. Sin embargo, tal vez por costumbre, muchas personas tienden a agregar sal a las comidas.
Si se agrega en exceso sal a las comidas el paladar (papilas gustativas) se acostumbra al consumo de alimentos muy salados. Sin embargo, está comprobado que luego de varias semanas consumiendo una alimentación con menos cantidad de sal, la preferencia por lo salado se reduce y se comienza a disfrutar el sabor de los alimentos.
¿Cómo consumir menos sal?
1. Cocinar sin sal. Si fuera necesario agregarle un poco al finalizar la preparación.
2. Evitar llevar el salero a la mesa.
3. Probar los alimentos antes de agregar sal al plato.
4. Reemplazar la sal por condimentos que no la contengan. Utilizar: jugo de limón, vinagre, cebolla, ajo, hierbas aromáticas y especias. O en su defecto por caldos y sopas caseras.
5. Los caldos en cubos y sopas instantáneas en polvo tienen un elevado contenido de sal al igual que salsas envasadas, fiambres embutidos, hamburguesas y otras carnes saladas, palitos, papas fritas y otros productos de copetín.